Lutherapia (sesiones psicoanalíticas)
Obra nº: 164
Espectáculos:

Lutherapia

Discos: (No)
Vídeos / DVD: Lutherapia

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Versión teatral espectáculo Lutherapia.
Teatro Gran Rex, Buenos Aires, Argentina, 29 de mayo, 2009.

Letra: Carlos López Puccio. Música: Jorge Maronna.

MM: Marcos Mundstock - DR: Daniel Rabinovich - LP: Carlos López Puccio - CN: Carlos Núñez Cortés.

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MM:
Lo noto raro. Cara de preocupado, ¿qué le pasa?
DR:
No, no, preocupado no estoy, pero estoy mal, estoy nervioso, estoy ansioso. No sé, hace semanas que ando así.
MM:
Sí, se le nota, la verdad. No sé, me ofrezco a darle una mano si quiere, yo soy psicólogo diplomado.
DR:
¿Usted es psicólogo diplomado? No sabía, tantos años que lo conozco.
MM:
Sí, lo que pasa es que no ejerzo.
DR:
Ah, por eso.
MM:
Claro, es como usted, que mucha gente no sabe que es neurótico ¡Y usted sí que ejerce!
DR:
Muchas gracias, muy amable.
MM:
No, por favor. Si quiere le puedo dar algunas sesiones de terapia.
DR:
Bueno, probar no cuesta nada.
MM:
Bueno, nada...
DR:
¿Cómo "nada"?
MM:
Están mis honorarios.
DR:
¡No me diga que me va a cobrar honorarios! ¿Y los años de amistad que tenemos?
MM:
No, esos no se los voy a cobrar.
DR:
¿Y cuánto me va a cobrar?
MM:
Bueno, no se puede saber. Hay que hacer primero unas sesiones de diagnóstico, para ver más o menos en qué estado se encuentra y después le paso presupuesto.
DR:
¿Presupuesto?
MM:
Claro. Hay que ver el tiempo que me va a llevar, la mano de obra, los repuestos...
DR:
¿Repuestos?
MM:
Ya no se consiguen, pero… buscaríamos. Si quiere podemos empezar ya, ¿eh?
DR:
Bueno, mal no me va a hacer.
MM:
No sé. Vamos a hacer terapia cara a cara, recuéstese en el diván.
DR:
¿No me dijo cara a cara?
MM:
Ah, no, no. Cara-cara, ¡muy cara! Usted sabe que la escuela psicoanalítica a la cual yo pertenezco, tiene una máxima, un lema que es: "Es importante que el paciente se recueste… y que el tratamiento le re-cueste".
DR:
Me recuesto entonces. ¿Así está bien?
MM:
Sí, sí, de cualquier manera no tiene importancia, es una sesión de terapia, no de fotos. Bueno, ¿qué le anda pasando?
DR:
Qué se yo, tengo una serie de problemas.
MM:
¿Cómo una serie? ¿Cuántos?
DR:
Una serie… qué se yo, tres, cuatro problemas No es una "serie" de problemas, una "miniserie". Una de las cosas que más me preocupa es una tesis que me encargaron sobre Johann Sebastian Mastropiero: "Influencia de la semiología estructuralista musicológica en las obras de Mastropiero" ¿Le digo la verdad?, no sé por dónde empezar.
MM:
Y por ejemplo, la autobiografía de Mastropiero, el libro de memorias, ¿lo conoce?
DR:
Lo conozco, pero no de memoria.
MM:
No, no… digo, el libro que escribió Mastropiero de memorias.
DR:
Y seguro que lo escribió de memoria, no se lo iban a dictar, no se lo iba a copiar.
MM:
¿A no? Se lo copió integro.
DR:
¿Cómo se lo…?
MM:
Las memorias de Mastropiero se las copió integras de la autobiografía de otro compositor, de Gunther Frager. ¿Y sabe cómo se dieron cuenta?, porque se olvidó de suprimir el capítulo "Mastropiero es un miserable". Bueno, y por el título también...
DR:
¿Cuál es?
MM:
"Mi nombre es Mastropiero, como que me llamo Gunther".

 

(EL CRUZADO, EL ARCÁNGELY LA HARPÍA).

 

DR:
Este asunto de la "Influencia de la semiología estructuralista musicológica en las obras de Mastropiero" me tiene mal. Hay algo en Mastropiero que no sé qué es, pero que me provoca rechazo. Reconozco que es un compositor importante pero hay algo de él que no me gusta nada.
MM:
Claro, usted lo valora a Mastropiero, pero como ahora tiene que escribir esa tesis sobre él, empieza a… y lo tiene que hacer por obligación además, eso entonces hace, convierte al personaje de Mastropiero de un ser amigable, admirado y demás, en lo contrario, en una figura demandante, exigente, en un… digamos es un padre autoritario, y usted por lógica, en un caso así, se pone negativo, se rebela ante la autoridad.
DR:
Como en fotografía… se revela el negativo.
MM:
No, a ver... digamos que, para usted, Mastropiero es una figura contradictoria.
DR:
Claro que es una figura con trayectoria... eso aumenta mi exigencia. Aparte, la miniserie de problemas que tenía se está transformando en un culebrón ya, porque la verdad que cada vez tengo más problemas. Aparte de la tesis que tengo que presentar, mi chica me abandonó. Y ando mal de salud. Además del disgusto, a cada rato me enfermo de otra cosa. Menos mal que mis amigos me bancan… me soportan, porque si no…
MM:
Sí, usted dice: "además del disgusto, me enfermo", cuando en realidad usted se enferma a causa del disgusto. Claro, la mente influye mucho en el cuerpo, usted está... somatizando. No es el cuerpo, es la mente. ¡La mente!
DR:
Si quiere que me lamente, me lamento…

 

(DOLORES DE MI VIDA)

 

DR:
¡Ay doctor, me duele todo!
MM:
Como le decía antes, usted está somatizando. A usted se le van a ir todos los dolores el día que pueda elaborar sus conflictos.
DR:
Sí, para ustedes los psicólogos es fácil elaborar los conflictos… ¡tienen elaboración propia!
MM:
Bueno, yo no digo que sea fácil, pero usted tampoco tiene problemas tan terribles.
DR:
¡Sí!
MM:
Salvo que haya algún recuerdo reprimido, o algo que este ocultando, o que esté negando.
DR:
¿Negando yo? No, no. Lo que pasa es que aparte de la tesis tengo muchos problemas con la música. ¿Yo le hice escuchar las cosas que compongo en mis ratos libres?
MM:
Sí. Usted debería tratar de estar siempre ocupado.
DR:
Lo que pasa es que soy muy inseguro, doctor, a veces odio las cosas que compongo.
MM:
Bueno, eso es lógico.
DR:
¿Cómo que es lógico?
MM:
No, no, digo que a muchos compositores les pasa lo mismo.
DR:
¿Muchos compositores odian las cosas que componen?
MM:
No, odian lo que usted compone.
DR:
Soy muy exigente conmigo mismo; yo tendría que ser menos perfeccionista.
MM:
¿Menos todavía?
DR:
Yo debería aprender de mi tía Clarita. Ella sí que disfruta de la música sin ninguna exigencia; se junta con otra anciana como ella, doña Rosarito, y juntas toman el té, charlan y hacen música sin ninguna exigencia.

 

(PASIÓN BUCÓLICA)

 

MM:
Parece que Ramírez no viene. Yo me voy a echar una siestita en el diván. Carta de Ramírez…
DR:
(En off). Estimado Murena: Hoy no iré a sesión, me voy al campo por unos días para aliviar mi angustia. Ya no soporto las tensiones de la ciudad. La moral se ha resquebrajado, cada uno hace lo que le da la gana. No hay que confundir libertad con libertinaje. ¡A mí me gusta más el libertinaje! Esta tesis sobre la "Influencia de la semiología estructuralista musicológica en las obras de Mastropiero", me destruye. Estoy estropeado por Mastropiero. Estoy mastropeado. Siento por Mastropiero una relación amor-odio, una relación amorroidal. (MM tose). ¡Siga fumando usted! He caído nuevamente en la bebida… y se me ha mojado la ropa. Me avergüenzo de andar a los tumbos, balbuceando como un vulgar borracho, con hipo.
MM:
El hipo… ¡El complejo de el hipo!
DR:
(En off). Como ya le conté, mi chica me ha abandonado abruptamente, porque no soporta que me enferme cada vez que me abandona abruptamente. Comencé a salir con una percusionista de la sinfónica y resultó ser una mujer golpeadora. He buscado ayuda en la musicoterapia: las curas con música, y en el canto gregoriano: la música con curas. Disculpe que le cuente mis desdichas, pero no puedo evitarlo, usted es un profesional, espero que no se preocupe demasiado. He tartado de po… he tartado de… he tra... he tratrado… he tratrado de… he tratado de poner…me… me sobre… he tartado… me sobré… me sobré tartado… es… es eso… sobre el trat… sobre el tratado… sobre el tratado… he de ponerme el tratado de… jede… deje… deje... dejé… dejé de trat… dejé de tratar de ponerme el sobretodo... ¡He tratado de sobreponerme a todo! Pero tomo ácido en vaso… ¡pero todo ha sido en vano!

 

(PAZ EN LA CAMPIÑA)

 

MM:
¡Aaah! Discúlpeme, pero me sobró de la canción de antes. Es curioso lo que le pasa a usted, que se siente igualmente angustiado en la soledad del campo y en la alienación de la ciudad. Ese es un síndrome que está descripto, un síndrome psicoanalítico, aunque en realidad, las distintas escuelas tienen distintas opiniones, que se llama de introyección territorial, o sea, usted interpreta el contexto de una manera hostil, agresiva, se convierte, introyecta una pulsión, a ver como se lo explico… ¡A usted no hay ámbito que le venga bien! A usted, ahora, sobre todo ahora que tiene que hacer esta tesis, que no le sale, que está como detenido, como obstruido, le gustaría ser como esos artistas de la antigüedad, a usted le gustaría ser como los trovadores trashumantes, los cómicos de la legua… los juglares del medio-evo.
DR:
¿Los castrati?
MM:
No, no… "medio-evo"
DR:
¡No!, ¡no me gustaría nada ser así! No, a mí me gustaría ser como esos compositores que componían y tocaban para el rey y vivían en el palacio, eran mantenidos, ellos no se tenían que ocupar de nada.
MM:
Sí… sí, pero le tenían que componer exactamente lo que les obligaban, lo que les ordenaban; no podían crear, no podían volar, ¡les coartaban las quimeras!
DR:
Como a los castrati.
MM:
No, no, a ver… "les coartaban el libre albedrío".
DR:
¿También?
 

(LAS BODAS DEL REY PÓLIPO)

(RHAPSODY IN BALLS)

 

(Daniel aplaude)

MM:
¡Parece una foca! ¡Ramírez!... ¡Ramírez!
DR:
¡Uy!… me quedé dormido, estaba soñando.
MM:
Sí, muy interesante su sueño.
DR:
¿Cómo lo sabe?
MM:
Lo veo acá en el monitor. Lo que me llama la atención es cómo, si bien la situación del sueño se resuelve amigablemente, usted sigue angustiado, ¿no?
DR:
Lo que pasa es que ayer yo tuve un día difícil, a un amigo mío se le incendió el negocio, a mi cuñado le chocaron el auto…
MM:
Pero, lo que me llama la atención es que usted convierte una situación realmente, digamos apacible, en una situación persecutoria, como si algo le estuviera realmente molestando mucho, ¿no?
DR:
Lo que pasa es que ayer yo tuve un día muy difícil. A un amigo mío se le incendió el negocio, a mi cuñado…
MM:
A mí se me da por pensar que en realidad, lo que a usted le pasa es que toma el clima hostil y lo introyecta a, como le decía antes, en… en el clima interno suyo, ¿no?
DR:
Lo que pasa es que ayer yo tuve un día muy difícil, a un amigo mío se le incendió el negocio, a mi cuñado le chocaron...
MM:
Y sobre todo me llama la atención... esa paranoia suya de sentir que siempre lo interrumpen.
DR:
¡Estaré somatizando! Lo que pasa es que ayer yo tuve un día muy difícil, a un amigo mío se le incendió el negocio, a mi cuñado le chocaron el auto y yo me deprimí y me emborraché.
MM:
Bueno, usted se deprime por cosas que le pasan a gente cercana. En este caso usted no tiene la culpa.
DR:
Sí tengo la culpa. Primero me emborraché, después le saqué el auto a mi cuñado y lo choqué contra el negocio de mi amigo; por eso se incendió… ¡tenía el tanque lleno encima!
MM:
Ramírez, ¿usted se emborracha muy seguido?
DR:
No, tengo que dejar pasar un par de horas.
MM:
Por lo visto tiene mala bebida.
DR:
¡No señor!, tengo un whisky buenísimo: "Scottish Hooligan".
MM:
No, digo que el alcohol le cae mal.
DR:
A veces me cae mal. Tengo alucinaciones, veo monstruos, insectos, arañas…
MM:
Delirium tremens.
DR:
"Scottish Hooligan", un whisky buenísimo, doce…
MM:
Doce años…
DR:
...pesos. Doce pesos… el cajón.
MM:
¡Con razón ve insectos! ¿Por doce pesos que quería? ¿pollo con papas?
DR:
Veo cada cosa rarísima, veo elefantes con el cuello largo, y jirafas con trompita, y con las orejas así, espantosas… veo hienas… vacías… hienas veo, pero no se ríen estas hienas, son hienas depresivas, ¡lloran!, son horribles, veo cebras cuadriculadas.

 

(EL FLAUTISTA Y LAS RATAS)

(DILEMA DE AMOR)

(ARIA AGRARIA)

 

MM:

¿Cómo hacer para que Ramírez recupere ese recuerdo traumático? Esa cosa tan reprimida, ese terrible secreto. Ya lo decía Freud: "Lo importante es hacer que el paciente desembuche". Bueno, él lo decía en alemán: "Die Grosse Desembuchenheit".

 

(EL DÍA DEL FINAL)

 

MM:
¡Eso que me acaba de contar es terrible, Ramírez! ¿Se da cuenta? O sea, que ha nacido el Anticristo, está gobernando la Tierra y nadie lo sabe…
DR:
Eso no es lo peor… Lucía Fernández, la madre del Anticristo, era amante de Mastropiero. ¡El Anticristo es hijo de Mastropiero!
MM:
Pero entonces, ¿Mastropiero es el demonio?
DR:
No, el demonio es ella, el demonio se transforma en mujer para seducir a sus víctimas, ¡Satán vestido de satén! Ella lo sedujo a Mastropiero, y él se dejó engatusar, hizo un pacto con el demonio y le vendió su alma. El demonio, a cambio, le prometió que toda su música iba a ser sublime.
MM:
¡Lo estafó!
DR:
Mi hermano, el abad, quería impedir a toda costa el matrimonio, porque él también era hijo de Mastropiero, un hijo ilegítimo de Mastropiero, y estaba celoso del hermanito que iba a nacer.
MM:
Pero… espere un poco, ¿usted no es hermano del abad?
DR:
Sí.
MM:
Entonces, si el abad es hijo de Mastropiero, y hermano del Anticristo… usted también.
DR:
¡Claro! Ese era el secreto espantoso… ahora me doy cuenta. ¡Muchachos, vengan! ¡Mastropiero es mi padre!
LP:
¡No!
CN:
¿Qué?
DR:
¡Y el Anticristo que gobierna el mundo, es mi hermanito!
LP:
¡Podemos pedirle un cargo público!
MM:
Ramírez, ¡está curado! ¿Se da cuenta? Ahora va a poder terminar la tesis, ahora que sabe que Mastropiero es su padre.
DR:
Ya sé cómo se va a llamar mi tesis: "Influencia de la semiología estructuralista musicológica en las obras de… ¡mi papá!"

CORO:
Cantemos con alegría,
tu tesis será genial.
DR:
Tendré fama y riqueza
y todos me admirarán.
CORO:
En ciencia y filosofía
no vas a tener rival
por tu inmensa sabiduría
las mujeres te admirarán.
DR:
Seré campeón mundial…
CORO:
Serás campeón mundial…
serás campeón mundial…
¡de epistemología!
 

Esta obra, que no figura en el programa del espectáculo, y lleva el mismo nombre que este, es la columna vertebral del mismo. En principio Les Luthiers concibieron una pieza que iba a ser una sesión psicoanalítica, pero a medida que la creaban comprobaron que fácilmente podía crecer hasta ser un espectáculo completo.

Realmente la idea de este espectáculo nace de Carlos López Puccio, quien lo concibe como una sesión de psicoterapia entre Sigmund Freud y Mastropiero, pero enseguida Marcos Mundstock hace la observación de que eso es imposible, porque él mismo debería ser tanto uno como otro personaje, ya que el resto no se adapta a ninguno de los dos; entonces es cuando se decide cambiar por los personajes de Radiotertulia, Murena (Daniel) y Ramírez (Marcos). Recordemos que, de todos modos, la idea de la sesión de psicoterapia no es totalmente nueva, ya que es también la que dio lugar a Blancanieves y los Siete Pecados Capitales. La gran mayoría de números del espectáculos, en realidad todos los que no provienen de ocasiones anteriores, se deben a la pareja Puccio (letra) - Maronna (música), aunque con el rodaje de las representaciones todos los luthiers terminan por aportar algo, como es habitual.

Es curioso que este esquema de una obra en la que se imbrican las demás fue el del primer espectáculo de Les Luthiers (Les Luthiers Cuentan la Ópera), y permaneció muchos años sin uso. No obstante, en la obra La Comisión, del espectáculo de 1996 Bromato de Armonio, tenemos algo parecido, puesto que está dividida en partes que se van intercalando a lo largo de la representación; en el espectáculo siguiente, Todo Por Que Rías, de 1999, pasa algo similar con la obra Radio Tertulia. Precisamente en esta obra aparecen por primera vez los locutores Murena y Ramírez (obsérvese que Murena es Mundstock y Ramírez Rabinovich, haciendo coincidir las primeras letras de los apellidos), que son los que en el posterior espectáculo original presentaron Los Premios Mastropiero, en 2005, y también son quienes veremos protagonizar esta Lutherapia. Podríamos decir entonces que tras varias décadas de experiencia la fórmula de un leitmotiv que va dando paso a números muy distintos sigue resultando eficaz, y que por otro lado la tensión cómica y dramática entre Marcos Mundstock y Daniel Rabinobich es el gran sello de identidad del conjunto.

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